¿Qué es la cadena de suministro?
Una cadena de suministro o Supply Chain es el conjunto de empresas, instalaciones, actividades, procesos y recursos materiales y humanos necesarios para llevar a cabo un proceso de venta en su totalidad, desde el origen del producto o búsqueda de materias primas hasta su entrega al cliente final.
Por lo tanto, las actividades de la cadena de suministro implican la transformación de recursos naturales, materias primas y componentes en un producto terminado que se entrega al cliente final.
El objetivo es lograr la venta final del producto. Por ese motivo, se puede decir que la cadena de suministro es un proceso de logística y estrategia, ya que se basa en la coordinación exacta y a tiempo de todas las actividades que intervienen en el proceso de fabricación, distribución y entrega.
¿Qué fases hay en la cadena de suministro?
La cadena de suministro no siempre es la misma, ya que depende de cada empresa, del sector en el que desarrolle su actividad y del producto o servicio que comercialice, por lo que los procesos entre una y otra pueden variar. En algunas situaciones se requerirá de determinadas operaciones de producción, compra o distribución, pero a veces se exigirán solo algunos de estos pasos.
En cualquier caso, independientemente de la forma específica de la cadena de suministro, este es el proceso más común.
1. La cadena de suministro comienza con la fase de planificación. Es el momento en el que hay que hacer un plan o estrategia para definir cuáles son nuestros objetivos y, por lo tanto, qué se va a fabricar, dónde y qué procesos y recursos se van a utilizar para satisfacer las demandas y necesidades de clientes y proveedores. En esta fase también se realizan acciones de estimación de la demanda.
Para ello, se pone la atención en el diseño de una estrategia lo más eficaz posible.
2. Suministro, abastecimiento o aprovisionamiento. Esta fase hace referencia a todas las acciones que involucran obtener y entregar en óptimas condiciones las materias primas necesarias para que el próximo eslabón de la cadena pueda cumplir su función.
En este punto hay que elegir y hacer alianzas con aquellos proveedores que sean más eficaces para suministrar de forma directa al centro de producción aquellas materias primas que mejor se adapten al volumen y al ritmo de producción. De esta forma se asegura siempre el menor coste posible y establecer un buen flujo de información dentro de la empresa.
Esto es debido a que, en esta fase, es importante tener bien planificada y coordinada la disponibilidad de los materiales, la cantidad y el tiempo que requieren para que la producción no se vea comprometida.
3. Producción: En esta fase se incluyen todos los procesos relacionados con la creación y elaboración del producto, es decir, las operaciones necesarias para la transformación de las materias primas en productos terminados.
4. Almacenaje: Es el momento del manejo temporal de mercancías, manteniéndolas bajo control de calidad y cantidad en un almacén o centro de distribución, de forma que su flujo de entrada y salida sea rentable para la empresa. Además, a la hora de almacenarlos hay que tener en cuenta la tipología y el nivel de stock.
5. Transporte y entrega: Esta etapa aborda las actividades que posibilitan que los productos lleguen a su destino final. Por lo tanto, la distribución se asegura de que dichos productos finales llegan al consumidor a través de una red de distribuidores, almacenes, tiendas físicas de comercios minoristas o plataformas online. El objetivo, además de realizar la entrega, debería ser que el producto llegara al cliente en buen estado y en los plazos estipulados.
Una solución de muchas empresas es recurrir a operadores logísticos que cubren parcial o totalmente todas las etapas logísticas, a lo que se le conoce como externalización logística u outsourcing logístico.
6. Logística inversa: Si el producto no llega en buen estado al cliente o si este decide devolverlo, se producirá lo que se conoce como logística inversa. En esta etapa se inicia un proceso de devolución en el que el cliente final envía de vuelta el producto a la empresa.
7. Control: Es importante verificar e inspeccionar las acciones que se han ido llevando a cabo durante todo el proceso, recopilando información para poder seguir optimizando el tiempo y detectar errores y oportunidades de mejora. Esto se consigue a través de indicadores que cuenten con unos parámetros para medir la eficacia y calidad de la cadena de suministro. De hecho, es fundamental determinar las métricas para medir si los procesos de la cadena de suministro que se están llevando a cabo son eficientes, efectivos, ofrece valor a los clientes y si cumple con los objetivos de la empresa.
8. Atención al cliente: Esta fase debe estar presente en toda empresa y en las fases anteriores, ya que es clave para completar una venta con éxito. Por ello, se atienden todas las consultas, dudas y quejas de los clientes para que estos queden satisfechos.
La cadena de suministro está presente en cada fase del proceso de un producto o servicio. De hecho, lo que para unos es el producto final, para otros puede ser el producto intermedio o incluso la materia prima.
Asimismo, a la cadena de suministro también se le conoce como cadena de valor, ya que a medida que se avanza por la misma, los productos van adquiriendo mayor valor.
Además, cada empresa suele tener un gran conocimiento sobre su ámbito, pero la gran mayoría desconoce completamente lo que los otros eslabones de la cadena hacen. Por ello, es esencial que exista una sincronización entre todos los actores para garantizar el buen funcionamiento entre la oferta y la demanda y evitar cualquier fallo en algún punto del proceso, lo cual crearía un efecto dominó.
¿Quiénes integran la cadena de suministros?
En la cadena de suministro participan diferentes actores, los cuales van abasteciendo al siguiente eslabón y trabajan entre sí para que el cliente final pueda disfrutar de su producto o servicio.
1. Proveedores: abastece todo lo necesario (materias primas, componentes y productos intermedios) para fabricar los productos.
2. Fabricante: convierte las materias primas y componentes en productos finales.
3. Mayorista o distribuidor: compra los productos al fabricante y los vende al minorista o detallista.
4. Minorista o detallista: compra los productos al mayorista y los vende al cliente final.
5. Cliente: recibe, gracias a los actores anteriores, el producto final en tiempo, forma y acorde a sus necesidades específicas. Es el eslabón fundamental de la cadena de suministros, ya que, basándose en sus necesidades, se llevará a cabo todo el proceso de fabricación.
6. Transportista: traslada las materias primas desde los proveedores hasta los clientes finales, ya transformados en producto final. Es uno de los componentes más importantes de la cadena de suministro.
Asimismo, tal y como se ha comentado, cada compañía desarrolla sus propias cadenas de suministros en función de sus necesidades, por lo que no es necesario que todos estos actores formen parte. No obstante, los actores que participen, deben estar sincronizados para que los tiempos de entrega sean los adecuados y cuadren perfectamente.
¿Qué importancia tiene la cadena de suministro?
Una cadena de suministro eficiente y eficaz es esencial en el mercado actual, ya que permite construir estrategias que hacen que la empresa sea más productiva y rentable y optimizar los procesos clave, consiguiendo un flujo automatizado, dinámico, flexible y escalable. Esto supone una mayor disponibilidad, una mejora de calidad y una reducción de los costes asociados y, consecuentemente, un aumento de los márgenes y beneficios sin necesidad de aumentar la producción.
Para ello, debe haber un control con el fin de regular que se está cumpliendo con la cadena según los objetivos propuestos y debe apostarse por la tecnología utilizando softwares de gestión logística.
Además, todos los actores que intervienen en la cadena de suministro deben proporcionar información oportuna, precisa y coherente para identificar los problemas y agilizar el proceso y debe haber una integración entre ellos con el fin de establecer una relación basada en la cooperación.
Todo esto hace que la empresa se vuelva más competitiva.
Por otro lado, la internacionalización y al comercio online, ha hecho que las cadenas de suministro se vuelvan altamente complejas, ya que se han visto influenciadas por tipos de flujos y cambios en los modelos de consumo global, donde han aparecido más actores, más competencia y una mayor exigencia en la demanda. Por ello, conocer y saber gestionar correctamente la cadena de suministro es una gran ventaja competitiva, ya que permite identificar las fases más importantes para la rentabilidad de tu empresa y potenciarlas y, de esta manera, adelantarte a la competencia.
Asimismo, una óptima gestión también permite cumplir con el objetivo, alcanzando la satisfacción del cliente.
Para ello, se debe saber reaccionar a imprevistos y ofrecer soluciones y deben establecerse unos canales de comunicación entre todos los departamentos y el cliente con el fin de mostrar transparencia.
Además, es de vital importancia entregar el producto en el plazo, lugar, día y hora marcada y se deben optimizar los tiempos en el proceso de distribución. En este sentido, la logística se ha convertido en uno de procesos más importantes, ya que permite construir estrategias que hacen que la empresa sea más productiva y rentable.
Asimismo, algunas empresas deciden externalizar una parte de la cadena de suministro, concretamente la logística, para asegurarse que esta fase se realiza correctamente.
Aquí es donde entra Oxperta Express, ya que somos expertos en fulfillment y transporte urgente tanto a nivel nacional como internacional.
Contacta con nosotros y te informaremos de qué podemos hacer por ti y por tu empresa.